• En este caso la conversación es en torno a dos libros que llegaron a la sede de EdeLij:
“La decisión de Teodoro” de Irene Singer (Colección Líneas de Arena, Calibroscopio, 2006) y “Ruidos bajo la cama”, de Mathis (Adriana Hidalgo Editora, Colección: Pípala, 2009)
“La decisión de Teodoro” de Irene Singer (Colección Líneas de Arena, Calibroscopio, 2006) y “Ruidos bajo la cama”, de Mathis (Adriana Hidalgo Editora, Colección: Pípala, 2009)
Por Verónica Lichtmann (V) y Mercedes Colombo (M)
V: - Me parece interesante elegir estos dos libros para charlar porque ambos tratan el tema del miedo en los más pequeños y de una manera literaria interesante.
M: - Y además logran tratarlo de formas bastante distintas. Desde la ilustración, el lugar del adulto...
V: - Y el enfoque. Uno elige darle una vuelta humorística y el otro más desde lo onírico, ¿no?
M: - Eso se refleja mucho en los colores y el tipo de estética que usa cada ilustrador.
V: - Sí, La decisión de Teodoro tiene ilustraciones menos definidas y juega mucho con los colores, las luces y sombras y, en cambio, Ruidos bajo la cama tiene ilustraciones muy definidas y juega con cuatro colores nada más: - el negro, el celeste, el blanco y el naranja.
Me gusta mucho el juego que hace La decisión de Teodoro con la retirada de tapa (o guardas), donde son las mismas ilustraciones al comienzo y al final, pero en el comienzo es con un fondo negro y al final con uno blanco... como que el miedo quedó atrás.
M: - ¡Si! Y hablando de sentimientos, a mí me gustó ver cómo desde la ilustración transmiten los sentimientos de los protagonistas de forma diferente: el tipo de ilustración en Ruidos es como más plana, más unidimensional, donde se busca transmitir el sentimiento a través de los ojos. En cambio en Teodoro al haber juego con distintos materiales y colores, los sentimientos de Teodoro están expresados en toda la página, en la ambientación.
V: - No me había dado cuenta lo de los ojos en Ruidos. Es cierto, y fíjate que las imágenes de la retirada de tapa son ojitos.
Creo que algunas de las ilustraciones de Teodoro pueden dar miedo al chico, como que buscan más la identificación desde el miedo y en Ruidos hay más como un guiño cómplice.
M: - Totalmente... y el lugar del adulto en consonancia con este modo de plantear el miedo cambia en cada libro, ¿no te parece?
V: - Sí, en Teodoro aparece un adulto comprendiendo el miedo y dando refugio al chico, desde albergarlo en la cama, prenderle una lucecita o acostándose al lado de su cama.
M: - Y en Ruidos el papá no está acompañando al chico, es más, aparece como retándolo por los ruidos que hace y es el chico que, en diálogo con el monstruo, lo pone al adulto como su salvador ...
V: - Aparece el padre como figura protectora, pero desde que es más poderoso que el monstruo, y es un padre que no da lugar al miedo del chico, ni a la posibilidad de que exista un monstruo.
M: - Sí, es el chico el que enfrenta solo su miedo. Dialoga con él y acude a la imagen del padre (que aparece sólo como una sombra) como un recurso de él para superar y combatir el miedo.
V: - Si, me parece que es ponerle forma al miedo. Esa estructura que se repite en la que el chico le va preguntando al monstruo “¿y qué más?” creo que apela a definir al monstruo y al miedo, a ponerle forma y así "combatirlo". En cambio en Teodoro, los monstruos son indefinidos (y en eso me gusta mucho el juego que hacen las ilustraciones) y lo que toma forma son los recursos que usa el chico para dejar de tener miedo. Y el hecho de que al final termine con la misma frase que aparece como subtítulo al inicio del libro: - “voy a dormir solo esta noche”, hace que sea algo como recursivo, que no se sepa bien si dio resultado.
M: - Y si te fijás en ese subtítulo, aparecen los ojos, al igual que en Ruidos, como hablando y mostrando los sentimientos de Teodoro.
También me gusta la elección en Ruidos de UN monstruo definido con el que el chico dialoga y logra, como decís vos, ponerle forma sin mirarlo -ya que nunca mira debajo de la cama-, combatirlo y ahuyentarlo. Y, en cambio, en Teodoro hay variedad infinita de monstruos, bichos y figuras indefinidas que llenan el espacio de su habitación y que sólo se van cuando el papá o la mamá aparecen. Sólo en las escenas en que ellos están aparece la habitación de Teodoro tal cual es, con sus juguetes y sus colores....
V: - Sí, me parece que ambos libros ponen en palabras e imágenes los temores de los chicos (uno desde un enfoque más poético, tal vez, y el otro desde uno más humorístico) pero desde una forma literaria. No a modo de manual para combatir los miedos de sus hijos, si no metiéndose en el tema y contando una historia con eso. En ese sentido me parece que ambos son lecturas muy interesantes para compartir con los chicos e ir mostrándoles cómo los libros hablan de cosas que nos pasan, nos ayudan a ponerle forma a nuestros temores y sentimientos....
M: - Además hay muchos guiños en la ilustración de cada libro, para ir descubriendo cosas con los chicos. En ambos el paso del tiempo no sólo es consecuencia directa de dar vuelta las páginas..., hay otros elementos que van marcando el transcurso de la noche. Cuando los descubran, los invitamos a que lo compartan con nosotras en este espacio. ¡Los esperamos!
M: - Y además logran tratarlo de formas bastante distintas. Desde la ilustración, el lugar del adulto...
V: - Y el enfoque. Uno elige darle una vuelta humorística y el otro más desde lo onírico, ¿no?
M: - Eso se refleja mucho en los colores y el tipo de estética que usa cada ilustrador.
V: - Sí, La decisión de Teodoro tiene ilustraciones menos definidas y juega mucho con los colores, las luces y sombras y, en cambio, Ruidos bajo la cama tiene ilustraciones muy definidas y juega con cuatro colores nada más: - el negro, el celeste, el blanco y el naranja.
Me gusta mucho el juego que hace La decisión de Teodoro con la retirada de tapa (o guardas), donde son las mismas ilustraciones al comienzo y al final, pero en el comienzo es con un fondo negro y al final con uno blanco... como que el miedo quedó atrás.
M: - ¡Si! Y hablando de sentimientos, a mí me gustó ver cómo desde la ilustración transmiten los sentimientos de los protagonistas de forma diferente: el tipo de ilustración en Ruidos es como más plana, más unidimensional, donde se busca transmitir el sentimiento a través de los ojos. En cambio en Teodoro al haber juego con distintos materiales y colores, los sentimientos de Teodoro están expresados en toda la página, en la ambientación.
V: - No me había dado cuenta lo de los ojos en Ruidos. Es cierto, y fíjate que las imágenes de la retirada de tapa son ojitos.
Creo que algunas de las ilustraciones de Teodoro pueden dar miedo al chico, como que buscan más la identificación desde el miedo y en Ruidos hay más como un guiño cómplice.
M: - Totalmente... y el lugar del adulto en consonancia con este modo de plantear el miedo cambia en cada libro, ¿no te parece?
V: - Sí, en Teodoro aparece un adulto comprendiendo el miedo y dando refugio al chico, desde albergarlo en la cama, prenderle una lucecita o acostándose al lado de su cama.
M: - Y en Ruidos el papá no está acompañando al chico, es más, aparece como retándolo por los ruidos que hace y es el chico que, en diálogo con el monstruo, lo pone al adulto como su salvador ...
V: - Aparece el padre como figura protectora, pero desde que es más poderoso que el monstruo, y es un padre que no da lugar al miedo del chico, ni a la posibilidad de que exista un monstruo.
M: - Sí, es el chico el que enfrenta solo su miedo. Dialoga con él y acude a la imagen del padre (que aparece sólo como una sombra) como un recurso de él para superar y combatir el miedo.
V: - Si, me parece que es ponerle forma al miedo. Esa estructura que se repite en la que el chico le va preguntando al monstruo “¿y qué más?” creo que apela a definir al monstruo y al miedo, a ponerle forma y así "combatirlo". En cambio en Teodoro, los monstruos son indefinidos (y en eso me gusta mucho el juego que hacen las ilustraciones) y lo que toma forma son los recursos que usa el chico para dejar de tener miedo. Y el hecho de que al final termine con la misma frase que aparece como subtítulo al inicio del libro: - “voy a dormir solo esta noche”, hace que sea algo como recursivo, que no se sepa bien si dio resultado.
M: - Y si te fijás en ese subtítulo, aparecen los ojos, al igual que en Ruidos, como hablando y mostrando los sentimientos de Teodoro.
También me gusta la elección en Ruidos de UN monstruo definido con el que el chico dialoga y logra, como decís vos, ponerle forma sin mirarlo -ya que nunca mira debajo de la cama-, combatirlo y ahuyentarlo. Y, en cambio, en Teodoro hay variedad infinita de monstruos, bichos y figuras indefinidas que llenan el espacio de su habitación y que sólo se van cuando el papá o la mamá aparecen. Sólo en las escenas en que ellos están aparece la habitación de Teodoro tal cual es, con sus juguetes y sus colores....
V: - Sí, me parece que ambos libros ponen en palabras e imágenes los temores de los chicos (uno desde un enfoque más poético, tal vez, y el otro desde uno más humorístico) pero desde una forma literaria. No a modo de manual para combatir los miedos de sus hijos, si no metiéndose en el tema y contando una historia con eso. En ese sentido me parece que ambos son lecturas muy interesantes para compartir con los chicos e ir mostrándoles cómo los libros hablan de cosas que nos pasan, nos ayudan a ponerle forma a nuestros temores y sentimientos....
M: - Además hay muchos guiños en la ilustración de cada libro, para ir descubriendo cosas con los chicos. En ambos el paso del tiempo no sólo es consecuencia directa de dar vuelta las páginas..., hay otros elementos que van marcando el transcurso de la noche. Cuando los descubran, los invitamos a que lo compartan con nosotras en este espacio. ¡Los esperamos!
5 comentarios:
Creo que este apartado es importante porque rescata aspectos del libro que, algunas veces, las reseñas o los argumentos conceptuales dan por sentados. Hablar de libros, comentar -con otros- lo que nos pasa mientras leemos. Hay veces que leyendo ,al menos esto me pasa de manera frecuente, me traslado a otros lados o a otros libros.
Seguiré vuetras charlas y vuestros guiños.
Enhorabuena por el dialogo!
Sebastián, desde Bcn.
Qué buena conversación sobre estos dos libros…gracias por invitar a la charla.
Particularmente me gustaron ambas historias, esto de tratar un tema ineludible en la infancia (los temores) desde un abordaje no moralizante sino desde una propuesta literaria ayuda a afrontar los miedos, las pesadillas y todo un mundo de turbaciones, temas tan recurrentes, ¿quién no recuerda -si no- haciendo una retrospectiva…?.
Veo que en el libro "Ruidos bajo la cama" hay un personaje anónimo (quiero decir que el protagonista no se presenta con un nombre) que dialoga con un monstruo que está debajo de su cama, la utilización de los colores -tanto para la voz narradora (diálogos) como para las imágenes- están bien utilizados y son simples de detectar para los chicos, es un recurso muy expresivo. Los tonos oscuros están debajo donde se encuentra el monstruo, los tonos medios involucran al niño y su cama y los tonos celestes están arriba…¿qué nos transmiten esos colores?
El recurso de la ventana con los diferentes paisajes que se presentan, pienso que nos da una doble posibilidad, una es la de jugar con una historia paralela a la principal que es también narrativa; y la otra es entender el paso del tiempo según las situaciones, o quizá ese recurso tenga más lecturas, ¿no?
He quedado encantada al leer y ver "La decisión de Teodoro" …me ha producido -justamente- un encantamiento y me ha embriagado tanto su propuesta estética como literaria, una historia que transmite claramente los sentimientos del protagonista…para identificarse…¿será?
Un saludo, junto a un sorbo de té con miel en primavera…para seguir charlando...
mmmm.... indagaré en esos libros, no los conozco,
un saludo,
Juli-
Martina tiene 7 años y a continuación transcribimos lo que ella comentó luego de leer ambos libros:
M: El de "Ruidos" es gracioso, no me dio miedo…Cuando yo estoy por irme a dormir y antes he visto una película fea que me da miedo, le pido a mi papá que me muestre una peli linda para no soñar cosas feas y entonces cuando me despierto al otro día, he soñado casas lindas.
S: ¿Y por qué no le pedís que te cuente cuentos “lindos”?
M: Porque yo no tengo libros.
S: ¿Martina, querés decir algo más sobre éste libro?
M: Mmm…sí, qué monstruo feo el de la última página!
S: ¿y qué te pareció la historia de Teodoro?
M: Me gustan los monstruos que salen en éste (señala el libro “La decisión de Teodoro”) cuando se van con cara de “Pucha, llegó tu mamá y ahora no te podemos comer”… (El texto no dice expresamente esa frase que Martina interpreta gracias a la gestualidad de las imágenes)
S: ¿algo más?
M: yo creo que Teodoro sí va a dormir solo esta noche porque como los monstruos vieron a la mamá del nene, se asustaron y ya no van a volver nunca más.
S: qué bueno Martina! Gracias por compartir en este espacio…
Muy bueno el espacio de Conversaciones!
Mara, mi hija de 7 años, recibió de regalo La decisión de Teodoro, pero no pudo despegarse del miedo que le causaron varias imágenes y no lo volvió a leer. De hecho, veré si ahora que es algo más grande vuelvo a proponérselo como lectura. Hay algo del lenguaje visual, los claroscuros, lo indefinido de los monstruos, que se aparezcan por todos lados, las sombras de los objetos en las paredes, que se acerca a lo que los chicos temen.
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