Esta vez, nos animamos a conversar sobre libros que en realidad no se ubican formalmente dentro de la literatura infantil y juvenil. Sin embargo, creemos que vale la pena hablar de ellos, leerlos, explorarlos, porque forman parte de la amplia oferta editorial de libros para chicos. Se trata de dos libros informativos: “¿Por qué?” de Lila Prapp, de
M: Lo que me gusta del primer libro es que ya visualmente uno se da cuenta de que es un libro destinado a los más chicos porque se centra, en cada doble página, en un solo animal, que aparece dibujado en el centro ocupando casi todo el espacio. Y los dibujos están hechos con líneas gruesas como si estuvieran hechos con crayón y son esquemáticos y simples como si los hubiera dibujado un chico. Además del dibujo, aparece una pregunta que inicia con un por qué para cada animal y varias respuestas posibles divertidas. Como si el centro no estuviera puesto en respuestas científicas y verdaderas, si no en animarse a generar hipótesis. Apunta a que el chico pueda inventar y dar una explicación a, por ejemplo, por qué la cebra es rayada. Juega con la curiosidad como primer momento de la ciencia.
V: A mí también me parece que apunta a chicos más chiquitos, de
M: Por ejemplo, ¿cuáles?
V: Que la pregunta no está siempre en el mismo lugar de la página ni tiene la misma tipografía y más grande que el resto de los textos, ni hay ningún dato para encontrarla. A veces, tenés que leer todas las respuestas para recién encontrar cuál era la pregunta.
M: Sí, la pista que usé para encontrar la pregunta era los fondos, porque la primera tiene un fondo más claro y me despistó que ya la pregunta para el segundo animal tuviera un fondo negro.
V: Me parece que la organización de cada página da una sensación de desorden.
M: Es verdad, pero creo que salvo lo de la pregunta, que es importante que se ubique, está bueno porque no es un libro que se tenga que leer linealmente. Sí es importante poder ubicar la pregunta, porque hay que empezar siempre por ahí, todo cobra sentido a partir de la pregunta. Pero después es un libro que no te pide una lectura lineal, se pueden leer las respuestas del libro y podés ir inventando otras vos. Ese desorden podría ser funcional a lo que se quiere lograr.
V: Sí, y está bueno que ya desde la primera página te avisan que una de las explicaciones que van a dar es la respuesta científica a la pregunta, y que uno la puede identificar porque viene acompañada por una estrellita, eso aclara. Aunque la explicación científica en sí en varios casos es más amplia que la respuesta y eso, para mí, confunde. Te descentra de la pregunta inicial del por qué. Por ejemplo, en el caso de por qué lloran los cocodrilos, en la respuesta científica agregan que existen desde que los dinosaurios vivieron en
M: Sí, en este sentido, las respuestas científicas son muy variables con respecto a la información que dan de un animal y otro, porque el de la jirafa, por ejemplo, sí está centrado únicamente en la pregunta del por qué las jirafas tienen cuellos largos.
V: Creo que el punto fuerte de “¿Por qué” es esto que vos decías del juego, del despertar la curiosidad y animarse a hacer hipótesis sobre rasgos de los animales.
M: En “¿Por qué se rayó la cebra? y otras armas curiosas que tienen los animales para no ser devorados”, que yo diría que sí es para chicos más grandes, no hay un juego con las respuestas, no se pretende que se inventen respuestas si no que lo lúdico está dado, entre otras cosas, por las caricaturas, que plantean como una mini historia paralela a la explicación, y por algunas referencias a cosas muy argentinas, como “Yo te avisé (y vos no me escuchaste)” (letra de una canción), que no sólo introduce la parte de animales que tienen colores fuertes a modo de aviso de que son peligrosos sino que también hace una referencia divertida a “Los Fabulosos Cadillacs” (grupo de Rock argentino)
V: Sí, me parece que son dos propuestas bien distintas de acercar la ciencia a los chicos. La de Iamiqué ya desde el comienzo, cuando presentan el proyecto editorial, queda claro que la intensión es mostrar que la ciencia no muerde. Y en todo el libro, se ve claramente las ganas de acercar, de poner en un lenguaje accesible y con explicaciones super claras aspectos de la vida de los animales que a los chicos seguro les van a parecer muy interesantes. Es clave el contenido a transmitir. En cambio en el otro, es más fuerte la propuesta de juego a partir de ciertas preguntas sencillas sobre los animales.
M: Y hay otro aspecto del juego que me encantó del libro de Papp, es que te propone en la guarda inventar nuevos animales a partir de la fusión de dos animales.
V: Sí., ya es una pista de que el libro va a tener un tono más bien lúdico y no va a ser un tradicional libro informativo sobre animales.
M: Y volviendo al libro de Iamiqué, lo que me gusta es que hay un planteo que estructura todo el libro que es entender los porqués desde la evolución y situar al ser humano dentro de eso. Y así, en cada capítulo, se habla primero del cómo sucede entre las personas el aspecto del que se va a hablar y después qué sucede con los animales. Por ejemplo, cuando se va a tratar el tema de las armas secretas de cada animal para defenderse de los animales que los atacan, se explica primero cómo los hombres empezaron, como estrategias para defenderse de sus enemigos, a camuflarse a través del color de sus ropas.
V: Sí, el libro tiene una estructura ordenada. Se pueden leer páginas sueltas sin ningún orden, pero también hay una coherencia interna y partes que podrían ser como capítulos. En ese sentido, me parece interesante ir adentrando a los chicos en los libros de información. El paratexto ayuda mucho a entender y la organización interna del texto también va dándole pistas a los chicos de dónde poner su atención: hay subtítulos, palabras resaltadas en negrita,… aspectos que van formando a los chicos como lectores de este tipo de textos. La verdad que las dos propuestas editoriales me parece que cumplen con este objetivo, aunque de manera diferente.
M: Lo que sí se extraña son las imágenes reales que a los chicos tanto les gustan.
V: Sí, no solo porque a los chicos les gustan, si no para mostrar un modelo real de lo que están hablando. Es raro que no aparezca ninguna imagen de algunos de los animales nombrados.
M: Las caricaturas son divertidas y los dibujos son muy lindos, pero creo que es importante que un libro informativo, ya sea para los más chicos como para los más grandes, tenga algunas imágenes reales.
V: Hay otros de
M: Sí, en eso se nota que la editorial está creada y dirigida por dos científicas, una bióloga y una física, y que esta intención de acercar la ciencia a los chicos de una manera entretenida atraviesa toda su oferta editorial.
V: Conmigo lo lograron. ¿Con ustedes?
5 comentarios:
Qué buena elección trabajar con estos dos libros de divulgación para niños! Ambos son preciosos. Coincido con Uds que el libro de Lila Prapp es más lúdico y que tiene la particularidad de que los niños planteen sus propias hipótesis. De hecho, he podido testearlo y funciona como disparador de teorías científicas locas y también de disparates. En el momento de leer las respuestas, éstas muchas veces no se limitan a responder lo planteado y agregan más información, que puede ser interesantes, pero que dispersa la atención de los más chiquitos.
Para sumar a esta conversación, quisiera proponerles "¿QUién anda ahí?" de la colección Ojitos pajaritos de FCE (no lo tengo a mano para pasarles el autor), que trabaja con las huellas y el descubrimiento del animal en cuestión. En este caso, se trata de un ejercicio de observación muy interesante, que propone reconocer a los animales por el rastro.
Vuelvo a repetirles: muy buen espacio para conversar sobre libros infantiles!!! Un saludo!
este espacio para hablar de libros, conversar sobre ellos y sus lectores implícitos es MUY INTERESANTE!
Buscaré esos libros,
gracias. Carina F.
Hola a todos, no leí los libros, aunque conozco la seriedad de la gente de iamiqué.
Me enganché casi con un renglón de vuestra conversación, donde dicen que debe haber una proporción más o menos balanceada entre la respuesta y la pregunta. Discrepo totalmente, preguntas muy cortas han producido respuestas muy largas: ¿Cómo puede ser que lo mismo que haga caer una manzana mantenga a la luna en su lugar? (Newton y su ley de gravedad); otra pregunta :¿Que vería yo si pudiera cabalgar un rayo de luz? (Enstein se hizo esta pregunta a los 12 años y se pasó toda su vida de adulto tratando de responderla, consecuencia, La ley de la relatividad)
Me parece que si los chicos logran captar que una pequeña pregunta genera respuestas "largas" los estamos acercando al concepto de ciencia.
Entiendo que el balance, las proporciones digamos, textuales, es un recurso vital en literatura (de hecho soy autor de LIJ), pero justamente si estos libros tan necesarios quieren difundir ciencia(y creo que casi todos lo logran)hay ciertas estructuras que necesariamente se alejarán un poco de la literatura.
felicito a Edelij, a Verónica y a Mercedes por plantear este espacio tan necesario y motivador.
Un saludo
Andrés Sobico
Gracias, Marisa, Carina y Andrés, por acercarse a conversar un ratito!!
Marisa, estuve tratando de encontrar el libro que recomendás y todavía no tuve suerte... sigo intentándolo igual.
Andrés, acuerdo completamente con lo que decís. Imagino que te referís a cuando, hablando del libro "¿Por qué?", aparece la frase "Aunque la explicación científica en sí en varios casos es más amplia que la respuesta y eso, para mí, confunde". En realidad, yo no estaba haciendo referencia a la extensión de la respuesta si no a la temática. Que en vez de responder a la pregunta específica, terminaba agregando información general sobre ese animal, que nada tiene que ver con lo que se preguntaba. Casi como si con solo dar la respuesta sintieran que no es suficiente, y entonces agregaran otra información. En el comentario que deja Marisa, ella hace una referencia justamente a que esto hace que a veces se disperse la atención de los más chiquitos.
Tu comentario me hizo acordar a un libro que me encantaba de chica, "Respuestas fáciles a preguntas difíciles" y era toda una doble página de información sobre la pregunta que la disparaba... un buen ejemplo de lo que comentás.
La seguimos...
Un beso,
Verónica
Buscaré los libros para leerlos y poder seguir mejor su amena conversación. ¿Y ahora qué sigue? ¿Conversar sobre otros libros? Sería grato encontrar un anticipo para preparar una intervención entre sus conversaciones, claro, si les parece. Felicitaciones por este café literario que hace tanto bien, como para seguir hablando de LIJ a la orilla de una taza de mate, té o café. Desde Bogotá, Vilma
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